La historia detrás de Three Monkeys Store

 

Te cuento que el nombre original de la tienda no iba a ser este. En realidad, tenía otra idea, algo relacionado con flores, pero decidí guardarlo para cuando lance mi propia marca, con prendas diseñadas por mí. Ese momento llegará, lo sé. Pero ahora quiero que conozcas cómo nació todo esto.

Mi abuela, Mary Azucena —o “Beba”, como la conocían todos en el barrio— fue, y sigue siendo, mi gran inspiración. Aunque ya no esté conmigo físicamente, la siento en cada paso que doy. Desde que nací, ella ya estaba detrás de su vieja máquina Singer, esa que al principio ni motor tenía y funcionaba a pedal. Me acuerdo que mientras ella cosía, yo me la pasaba jugando con la rueda de la máquina, como si fuera un auto. ¡Qué tiempos aquellos!

Beba tomaba encargos de la gente del barrio. Vivíamos en Llavallol, así que todo el mundo sabía quién era “Beba”. Si no estaba arreglando algún dobladillo, estaba con pedidos más grandes. Su clienta estrella era María del Carmen, una señora super elegante, como si fuera la Susana Giménez de la zona, rodeada de carteras Louis Vuitton y prendas Versace de los 90. Cada vez que íbamos a su casa, yo me quedaba asombrada viendo toda esa ropa espectacular. Y creo que ahí fue cuando nació mi amor por la moda.

Desde chiquita, jugaba con los retazos de tela que caían al piso y les hacía vestidos a mis Barbies. Más de una vez pensé en quedarme con un pedacito de alguna camisa Versace… ¡Qué atrevida! Pero así es como todo empezó. Mientras mis amigos jugaban afuera, yo me la pasaba observando a mi abuela. No es que no jugara, claro que sí, pero ese mundo de telas y costuras siempre me llamaba más.

Los sábados eran los días en que mi abuela se quedaba cosiendo hasta tarde. Yo me quedaba con ella hasta la una o dos de la mañana, viendo cómo sus manos daban vida a cada prenda. Siempre supe que quería ser diseñadora, pero mi abuela, con toda su sabiduría, me decía: “Daia, no quiero, no es muy buen pago.” Y, en parte, tenía razón.

Te cuento todo esto porque Three Monkeys no nació de la nada, no fue solo una idea de poner un negocio más. Este lugar es el resultado de muchos años de trabajo y aprendizaje. En estos siete años, nunca tuve problemas con mis clientes. Siempre me apasiona contarles sobre los textiles, asesorarlos, y aunque más de una vez me han copiado ideas o mandado a hacer muebles similares a los míos, me río y pienso: “¡Ah bueno, entonces soy inspiración!”

Y aunque no seguí al pie de la letra el consejo de mi abuela, estoy segura de que estaría muy orgullosa de mí. El local siempre tiene algo que me gusta. Nunca traje ni vendí nada que no me represente, porque acá no se trata solo de seguir modas, sino de ofrecer prendas que nos enamoren.

La ropa tiene un poder mágico: nos hace sonreír, nos renueva, nos da un ratito de felicidad. Ir de compras es como una terapia, nos hace sentir bien, lindas, seguras. Pero sé que no siempre es fácil encontrar el lugar ideal para vivir esa experiencia. Three Monkeys Store es ese lugar. Acá podés probarte lo que quieras, sin apuro, sin compromiso. Te aseguro que la calidad de nuestras prendas es excelente, y la atención, aún mejor.

¿Te preocupa el precio? Te entiendo, a veces el bolsillo nos frena cuando queremos mimarnos un poco. ¡No te preocupes! En Three Monkeys Store, los precios están pensados para que puedas disfrutar sin culpa. Así que venite cuando quieras, probá lo que te guste y dejate llevar por esa sensación linda de estrenar ropa.